2 oct 2007

Imposturas

Me gustaría comentar la noticia de la destitución de la presidenta de una organización de víctimas del 11-S. La tal Tania Head en realidad se llama Alícia Esteve y es de Barcelona.
Ya puestos, si te inventas un nombre, ¿por qué no puedes inventarte una vida? Según lo que dicen los periódicos, tenía un carácter "complicado", se había inventado su formación, e incluso, según la familia del supuesto, un prometido. ¡Qué fuerte! ¿Qué debe pasar por la cabeza de una persona para poder llegar a crear una historia totalmente fictícia acerca de una catástrofe? Y ya puestos a plantearse preguntas: ¿se creía sus propias mentiras? Conozco algún caso así (a menor escala, claro), o sea que lo creo totalmente posible.

Esto me recuerda un episodio hace algunos años. Cuando estábamos a la facultad fui a una conferencia en la que participada Enric Marco, entonces presidente de Amical Mathausen. Recuerdo sus palabras como si las estuviera escuchando ahora, las mismas ganas de llorar. Su relato del horror, un relato de las atrocidades perpetradas por los nazis, el campo de concentración de Flossenbürg, la vida en la Segunda República, la esperanza de esos momentos pronto truncados por el alzamiento nacional... Años después me sorprendió la noticia. Un historiador lo había descubierto. Todo había sido un engaño. Y lo reconocía abiertamente. Recuerdo que dijo que así se le escuchaba más, la gente le prestaba más atención y podía llegar a más gente. Claro, show must go on!

¿Cómo se deben sentir las verdaderas víctimas y/o supervivientes? ¿Indignados? ¿Ofendidos? ¿Decepcionados?

1 comentario:

Anónimo dijo...

L'altre dia, quan vaig llegir la notícia de la tal Tania, vaig trobar el mateix paralelisme que tu amb Enric Marco. Qué fort, la gent, no sé com es poden inventar una vida, i enganayar durant tant de temps.
S'ha de ser molt disciplinat per fer-ho.