29 ene 2009

mi clase de alemán

Como en el mundo entero, para gustos colores.

Mi clase de alemán es un grupo muy heterogéneo. Por un lado estamos los normales (remarco estamos), gente más o menos mayor, que está interesada en lo que hace en clase y que con más o menos esfuerzo saca las cosas.
Por otro lado, están los raritos freaks del manga. No sé si son fans del manga, pero la mayoría son estudiantes jóvenes (normalmente futuros ingenieros) que faltan mucho a clase porque tienen exámenes o trabajos para hacer. Son de una generación que consulta los libros por el móvil, porque se los han descargado en pdf del ordenador. Me sorprenden, pero me divierten.
Por otro lado, están las viejas que no se enteran de nada. Son 2. Una es mayor y feliz, la otra es más joven y marisabidilla. No las aguanto, me agotan, lo preguntan todo y nunca se enteran de nada. Además me siento muy cerca de ellas y siempre me preguntan. Si sé la respuesta, se la digo. Si no la sé, las ignoro completamente. La Marisabidilla un día obligó a la profesora a cambiar el temario de la clase porque no habíamos corregido unos deberes. Luego le dijo a la otra que gracias a ella la clase se había enterado de cómo funciona el pluscuamperfecto en alemán (por favor, el pluscuamperfecto en alemán es igual que en catalán, francés o español, no hace falta un master en Yale para deducir que un auxiliar en imperfecto + participio es un pluscuamperfecto). Pero ella a su bola.
Pero el premio a Miss Pronto Te Asesinaré es una chica estudiante también (no sé lo que estudia, nunca he hablado con ella) que es la empollona de la clase. Es muy muy muy rara, siempre sabe las respuestas y se dedica a corregir a los demás. Los raritos freaks del manga la llaman Pícara (me contó uno que es porque tiene un mechón de pelo blanco en el flequillo como un personaje de X-Men). Un día estábamos en grupitos discutiendo sobre unas preposiciones y ella en voz alta dijo una. La profe le preguntó el por qué y ella le contestó. Sin decir nada al resto, la profe le asintió con la cabeza pero lo peor fue ver la cara de placer que puso (¿se puede tener un orgasmo acertando una preposición en alemán?) viendo como el resto seguíamos pensando. Supongo que en su cabeza pensó: ¡seres inferiores, adoradme! Lo peor es cuando habla. No se la entiende, y cree que tiene un acento alemán que ya lo quisiera para sí Angela Merckel. El mejor momento de la clase es ver la cara de los raritos cuando se empiezan a descojonar cada vez que ella tiene que leer en voz alta.
Patio de colegio.

28 ene 2009

la secreta

Este post lo quería escribir antes de Navidad, pero con el ajetreo, las vacaciones, el decaimiento y varios...
Pongamos que era martes (porque no me acuerdo del día), a eso de las 7 de la tarde dentro del metro de plaza Catalunya. Para variar, el metro llenísimo de gente. Cuando todo el mundo entró en el vagón (y también para variar) el metro no arrancó. En estas que me fijé en 3 señores (uno de unos 40, otro de 35 o porai y otro de 20 y tantos) que estaban parados en el andén del metro con las manos en los bolsillos. No tenían cara de manguis, pero estaban allí plantados sin decirse nada. En estas que aparece un niñato Xibeca en mano hablando (bueno, chillando) a un amigo suyo que estaba dentro del metro, a unos 2 metros de mí. Empezó a aporrear con la mano el cristal del metro para hablar con su amigo. Luego empezó a andar dando tumbos por el andén para coger la línea verde. Los señores se movieron. Sacaron sus placas. En pocos segundos el niñato estaba abierto de piernas, con las manos en la pared y el policía joven le estaba registrando. Una cartera, la Xibeca, el móvil y un poco de hachís. El niñato chuleándoles y el policía mayor casi le mete un puñetazo. No sé cómo acabó la historia, el metro arrancó y allí se quedaron. Yo me fui a casa con una extraña sensación.


19 ene 2009

mierda de crisis y demás pormenores

El viernes me quedé en casa porque me encontraba fatal. No sé si porque me pasé la noche vomitando o porque estoy harta de mi vida.
Por la tarde me empezaron a llamar compañeros de curro, pero con mi autismo actual no les cogí el teléfono hasta que veinte llamadas después caí en la cuenta que quizás era importante.
Y lo era. Han empezado a rodar cabezas. De momento, 5 cortes implacables sin derramar mucha sangre. Y así estamos. Y yo sin recuperarme del todo (creo que tengo un embarazo psicológico, porque tengo los mismos síntomas).
Las épocas de crisis no justifican la mayoría de los despidos. Lo que los justifica (pero eso no se lo digas nunca a tus jefes) es la mala gestión. Pero, ¿qué puede decir una piltrafilla como yo? Mientras tanto pagan justos por pecadores, aunque una de esas cabezas que cuelgan en la puerta sea la de mi archienemigo laboral.
Dentro del pecho me queda un poco de corazón.

Menuda mierda de semana nos espera

14 ene 2009

Tiempos modernos y malos

¿Qué nos está pasando? Últimamente estoy notando la gente de mi alrededor (incluyéndome a mi misma) con los ánimos por el suelo. A nadie le gusta su jefe, la vida que lleva, a todo el mundo le cuesta horrores levantarse de la cama...
Lo peor es que las perspectivas de cambio están en un futuro muy muy lejano. Y sólo estamos a miércoles.

9 ene 2009

Men & Men

Estos días de retiro pueblerino me han servido para coger una depresión de tres pares de cojones. Quedar con las amigas está bien, pero este año las conversaciones han sido mono tema: hombres.
Y es que estamos desquiciadas. No voy a plagiar aquí los problemas ajenos o propios, pero después de reflexionar un poco me quedo con las siguientes conclusiones:
- algunos hombres son muy inmaduros, pero las mujeres somos obsesivas.
- ¿en qué momento al terminar una relación la dignidad se pierde? porque se pierde
- ¿por qué aún siendo mujeres aparentemente independientes dependemos tanto?
- ¿por qué somos tan irracionales en cuestiones de amor?

Voy a parar, que empiezo a carrybradshawear....