Ayer por la tarde estuve en La Mercè.doc, una especie de festival de fin de curso del cole de mi hermana. Se proyectaron documentales breves fruto del esfuerzo colectivo de unos estudiantes de imagen, sonido, realización y producción que intentan sorprender con sus proyectos de fin de curso. Durante la gala pudimos ver trabajos buenos, muy buenos, freaks (uno sobre los ovnis en Montserrat), entrañables y lacrimógenos.
Después de los documentales, viendo jóvenes jaleando su trabajo en medio de una humareda porril y unas cervezas de más, vinieron los premios. El grupo de mi hermana ganó el premio a mejor realización, mejor sonido, mejor documental y mejor documental votado por el público. La quantía de los premios no era lo más importante. Lo mejor fue ver como se premió el esfuerzo de gente joven (joder, parece que yo tenga 200 años) con talento y ganas de currar, gente como mi hermana montando hasta las 4 de la mañana porque el sonido no estaba sincronizado y se jodía el programa una y otra vez.
Bueno, el documental se llama Refugi 307, habla sobre uno de los refugios construídos durante la guerra Civil, concretamente el de Nou de la Rambla. Se llevaron como invitado a uno de los niños (ahora abuelo) que estuvo allí durante la guerra, y el señor estuvo super orgulloso de todo. En realidad, el premio también era para él.
Como dice la frase final de Refugi, los pueblos que olvidan los errores del pasado, están condenados a repetirlos.
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