16 ene 2011

depravados

El otro día un conocido con quién dejé de tener relación hace más de un año se presentó a un local con pretensiones de atacar a una camarera porque le tenía obsesionado (por eso dejamos de considerarnos compañeros de trabajo y para mí pasó a ser un tarado con un transtorno obsesivo-compulsivo no tratado). Por suerte, uno de los camareros lo pilló a tiempo, seguridad lo redujo y se lo llevó la policía emmanillado. De esto ya hace una semana. Los que lo vimos sólo conseguimos acordarnos de los gritos de locura de él y los de pánico de ella. Por la tarde, ya lo habían soltado, porque llenar un bar con mierda de caballo, agredir con el forcejeo a 3 personas y acercarse a una persona con la intención de agredirla, o quizá algo peor, no es motivo suficiente para tenerlo encerrado en un lugar donde lo mediquen tanto que no sea capaz de articular una palabra.

2 comentarios:

Casta dijo...

Nena, enmanillado es esposado!!!! ;-)

Anónimo taboulé dijo...

vaya tela, qué cosas te pasan! Cuidadito por esos mundos de Dios!