Hoy hablaré de decepciones. Y no porqué últimamente me hayan decepcionado (que sí) sino porque hace días que me ronda por la cabeza escribir sobre esto.
¿Qué pasa con ciertos amigos una vez se emparejan? Existe el mosquito de "me convierto en imbécil integral cuando tengo novi@" que si te pica malament rai? Después de comprobarlo con varios, he llegado a la conclusión siguiente: no todo el mundo es igual, algunas veces es culpa de la pareja, pero la mayoría es culpa del propio amigo.
Caso 1:
Yo tenía un buen amigo (a veces pienso que pasábamos demasiado tiempo juntos) que durante los 3 años de relación con una chica le vi aproximadamente 8 o 9 veces. Nos llamábamos de vez en cuando, pero no nos veíamos casi nunca. Y cuando quedábamos, los paseos y las charlas podían durar unas 6 horas. Un buen día (estando en época de exámenes) me llamó para quedar. Le dije que se viniera a la universidad, porque yo estaba estudiando. Después de 3 cafés con leche, dos tes, dos menús y 8 cervezas me contó que lo había dejado con su novia. Como amiga, le apoyé. En esa época nos veíamos casi cada día de nuevo, y cuando no nos llamábamos. Efectivamente, achacamos conjuntamente la situación a la que se había llegado a la novia (qué fácil es culpar al otro), que si era muy posesiva, que era una pesada.... Pasaron los años, nos veíamos cada día (por otras circunstancias que no vienen a cuento) y volvió a encontrar pareja. Entonces volvió a hacer lo mismo. Cada vez se iba alejando más y más, hasta que yo me marché a otra ciudad. En los últimos 2 años, nos debemos haber escrito 3 mensajes de móvil. Lo siento pero yo no pondré más de mi parte. Los amigos para usar y tirar no me convienen (y a mi consciencia tampoco). Le deseo lo mejor en la vida, pero espero que no corte con su novia de ahora porque no voy a estar allí para que llore en mi hombro.
Caso 2:
Amiga mía del colegio. Vivimos juntas 4 años. Siempre había estado un poco desequilibrada, pero descubrí su parte asesina en serie cuando en la universidad me montó un cristo porque yo pasaba más tiempo fuera de casa con mis "compañeros de clase" que con ella en casa. Un día le solté que lo que ella llamaba "compañeros de clase" habían demostrado ser más amigos que ella, simplemente que estaba celosa porque nunca se integró con la gente de su clase (de la universidad mantiene el contacto con 1 persona de toda su promoción). Pasaron los años y nos veíamos algún fin de semana de vez en cuando, porque ella volvió al pueblo. Nuestra comunicación era de mail en mail, y tiro porqué me toca, cuando me contaba lo fantástico que era su novio y la de cosas que hacían juntos. Cuando uno tiene una vida mediocre, se encarga de repetir mil veces lo feliz que es, la de amigos que tiene y la de cosas que hace, porque existe una máxima: como más repitas lo que te has inventado, más te lo creerás y vivirás en la fantasía permanente que tú mismo has imaginado. Lo último que sabía de ella fue porque me invitó a cenar a su casa (su casa y la de su novio) y estuvimos hablando de lo humano y lo divino. Desde entonces, nos hemos llamado por nuestros cumpleaños y nada más. El otro día, una amiga común me contó que se casaba. No me duele que no me invite a la boda (esto en el fondo me alivia por el gasto que representa), me jode que por lo menos no me lo haya dicho.
La conclusión después de la parrafada es la siguiente: si hay gente que no se sabe comportar y no sabe que en la vida se pueden compatibilizar varias cosas, es que tienen un problema. A las buenas, no existes; a las malas, eres la primera a la que llaman. Yo no pringaré de nuevo.
¿Qué pasa con ciertos amigos una vez se emparejan? Existe el mosquito de "me convierto en imbécil integral cuando tengo novi@" que si te pica malament rai? Después de comprobarlo con varios, he llegado a la conclusión siguiente: no todo el mundo es igual, algunas veces es culpa de la pareja, pero la mayoría es culpa del propio amigo.
Caso 1:
Yo tenía un buen amigo (a veces pienso que pasábamos demasiado tiempo juntos) que durante los 3 años de relación con una chica le vi aproximadamente 8 o 9 veces. Nos llamábamos de vez en cuando, pero no nos veíamos casi nunca. Y cuando quedábamos, los paseos y las charlas podían durar unas 6 horas. Un buen día (estando en época de exámenes) me llamó para quedar. Le dije que se viniera a la universidad, porque yo estaba estudiando. Después de 3 cafés con leche, dos tes, dos menús y 8 cervezas me contó que lo había dejado con su novia. Como amiga, le apoyé. En esa época nos veíamos casi cada día de nuevo, y cuando no nos llamábamos. Efectivamente, achacamos conjuntamente la situación a la que se había llegado a la novia (qué fácil es culpar al otro), que si era muy posesiva, que era una pesada.... Pasaron los años, nos veíamos cada día (por otras circunstancias que no vienen a cuento) y volvió a encontrar pareja. Entonces volvió a hacer lo mismo. Cada vez se iba alejando más y más, hasta que yo me marché a otra ciudad. En los últimos 2 años, nos debemos haber escrito 3 mensajes de móvil. Lo siento pero yo no pondré más de mi parte. Los amigos para usar y tirar no me convienen (y a mi consciencia tampoco). Le deseo lo mejor en la vida, pero espero que no corte con su novia de ahora porque no voy a estar allí para que llore en mi hombro.
Caso 2:
Amiga mía del colegio. Vivimos juntas 4 años. Siempre había estado un poco desequilibrada, pero descubrí su parte asesina en serie cuando en la universidad me montó un cristo porque yo pasaba más tiempo fuera de casa con mis "compañeros de clase" que con ella en casa. Un día le solté que lo que ella llamaba "compañeros de clase" habían demostrado ser más amigos que ella, simplemente que estaba celosa porque nunca se integró con la gente de su clase (de la universidad mantiene el contacto con 1 persona de toda su promoción). Pasaron los años y nos veíamos algún fin de semana de vez en cuando, porque ella volvió al pueblo. Nuestra comunicación era de mail en mail, y tiro porqué me toca, cuando me contaba lo fantástico que era su novio y la de cosas que hacían juntos. Cuando uno tiene una vida mediocre, se encarga de repetir mil veces lo feliz que es, la de amigos que tiene y la de cosas que hace, porque existe una máxima: como más repitas lo que te has inventado, más te lo creerás y vivirás en la fantasía permanente que tú mismo has imaginado. Lo último que sabía de ella fue porque me invitó a cenar a su casa (su casa y la de su novio) y estuvimos hablando de lo humano y lo divino. Desde entonces, nos hemos llamado por nuestros cumpleaños y nada más. El otro día, una amiga común me contó que se casaba. No me duele que no me invite a la boda (esto en el fondo me alivia por el gasto que representa), me jode que por lo menos no me lo haya dicho.
La conclusión después de la parrafada es la siguiente: si hay gente que no se sabe comportar y no sabe que en la vida se pueden compatibilizar varias cosas, es que tienen un problema. A las buenas, no existes; a las malas, eres la primera a la que llaman. Yo no pringaré de nuevo.
1 comentario:
Los amigos nunca son perfectos, pero algunos, además, tienen mucha cara!
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